Estoy gastando mis días, al igual que gaste mis noches y mi juventud.
Eres rutina, eres día a día, eres la sombra que me acompaña.
Sombra que a veces me da paz y otras me atormenta.
Un sombra que ni con mil luces a mi alrededor consigue desaparecer.
Aprendo a vivir con ello, solo quiero que deje de doler,
para así un día llegar a la monotonía, a la indeferencia, al olvido.
Prométeme que jamas volverás a aparecer, aunque a veces en la desesperación, te busque.
1 comentario:
te juro que mueroo con este texto..! pareces que me lees el pensamiiento (:
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