sábado, 7 de agosto de 2010

historia interminable.


Estoy gastando mis días, al igual que gaste mis noches y mi juventud.

Eres rutina, eres día a día, eres la sombra que me acompaña.
Sombra que a veces me da paz y otras me atormenta.
Un sombra que ni con mil luces a mi alrededor consigue desaparecer.

Aprendo a vivir con ello, solo quiero que deje de doler,
para así un día llegar a la monotonía, a la indeferencia, al olvido.

Prométeme que jamas volverás a aparecer, aunque a veces en la desesperación, te busque.

1 comentario:

eleniiita! dijo...

te juro que mueroo con este texto..! pareces que me lees el pensamiiento (: